domingo, 23 de abril de 2017

Es delito no someterse a segunda prueba de alcoholemia tras dar positivo


El Pleno de la Sala del Tribunal Supremo ha dictado una sentencia que inaugura una modalidad de recurso de casación introducida en la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal de 2015
  
El alto tribunal explica que la negativa a la primera medición es muestra de una rebeldía mayor y por tanto podrá merecer una penalidad mayor. Pero esta apreciación no lleva a expulsar del tipo penal lo que también es una negativa pues la prueba no puede realizarse en su integridad cuando el sometido a ella se niega a su segunda fase, sin la que la prueba no se puede considerar finalizada. También eso es negativa, aunque la gravedad esté atemperada.

lunes, 20 de febrero de 2017

El destino de nuestros ahorros: Juan Manuel de Prada

Si entre mis lectores se cuenta algún modesto ahorrador, habrá observado que desde hace algún tiempo los bancos ya no le pagan intereses; o, en todo caso, le pagan unos intereses birriosos, que ni siquiera mitigan los efectos de la inflación. Si este modesto ahorrador se queja en el banco donde guarda sus ahorros, le responderán -tratando de excitar su codicia- que, si desea obtener mayor rendimiento, deberá meter sus ahorros en un ‘fondo de inversión’. Pues la consigna de la canalla financiera es obligar a los ahorradores a participar de estos enjuagues, so pena de que sus ahorros se devalúen. Conviene, sin embargo, que sepamos cuál es el destino de nuestros ahorros, antes de dejarnos excitar por la codicia.
En otras épocas, los bancos recibían el dinero de sus depositantes y lo empleaban para hacer préstamos a empresas y particulares, a cambio de un interés que servía para que el dinero de sus depositantes no se devaluase, así como para que el banco obtuviese unos legítimos beneficios.

sábado, 11 de febrero de 2017

El arte de hacer el ridículo: Carmen Posadas

Siempre he sido muy sensible al ridículo, tanto propio como el que veo en los demás. El sentido del ridículo propio es un arma de doble filo; por un lado evita a uno hacer el canelo, pero por otro puede resultar paralizante, sobre todo cuando se es tímido y necesita ese puntito de arrojo para afrontar situaciones que los más despachados superan con soltura. En cambio, ser capaz de ver la ridiculez ajena siempre es útil y redentor. Dickens, en una de sus novelas, por ejemplo, relata cómo un pobre contable encontró la manera de sobrevivir a eso que ahora llamamos ‘acoso laboral’. Recrearse en la ridícula ensaimada capilar que su jefe entretejía sobre su cabeza y que pegoteaba a su calva con cierto unto que hacía que orbitasen sobre ella como planetas varias moscas verdes y gruesas. Decía La Rochefoucauld que si en un hombre no aparece un lado ridículo es que no hemos mirado bien. Hasta los más célebres lo tienen. También, o tal vez deberíamos decir sobre todo, lo tienen los autoritarios. Julio César, por ejemplo, era calvo y cabezón; Napoleón, bajito y oviforme; Franco tenía voz de tiple; mientras que el bigote de Hitler es de los más risibles que ha dado la historia.

los gatos habitan con nosotros desde hace 10.000: Fernando González-Sitges

Amados y odiados a lo largo de la historia, deificados y demonizados, se hicieron un lugar en nuestras vidas manteniendo lejos de nuestras cosechas a todo roedor. Sin embargo, más que domesticarlos, a los gatos les hemos dejado convivir con nosotros: son el único animal doméstico que no se rinde a nuestro dominio. ¿Por qué?
El cazador se aplasta contra el suelo. Delante, a pocos metros, su presa come brotes tiernos sin advertir el peligro. Cazador y presa son del mismo tamaño, pero el primero va realmente armado.
Poderosos colmillos, afiladas garras, una agilidad prodigiosa… El arsenal de un cazador consumado. Con el sigilo de una sombra, el felino se acerca un poco más a su objetivo. Sus ojos de cazador están diseñados para ver perfectamente en la penumbra y aun en la oscuridad de la noche. Mientras su presa apenas ve las hierbas que come, él registra cada detalle del entorno. Sus músculos se tensan marcando el momento previo al salto. De pronto, el felino surge de la oscuridad con una velocidad inesperada. En segundos, el conejo ha muerto, estrangulado. Una voz entonces saca al felino del mundo salvaje de su instinto. La mujer que lo acoge en su casa lo llama anunciando una cena apetitosa y un refugio caliente y cómodo. Como si la voz humana lo hubiera transformado, el gato suelta su presa y con elegante suficiencia se encamina a su hogar avisando de su llegada con suaves maullidos.

martes, 5 de julio de 2016

Carmen Posadas: Zavalita y las feministas

El viernes es la fiesta de fin de curso, cada madre traerá algo para la merienda. Por supuesto tú puedes aportar una tarta que compres por ahí en vez de algo casero, como estás tan ocupada...». Este diálÿogo, sacado de una película de Anne Hathaway, resume un hecho nuevo y nada tranquilizador: el regreso, a través de la moda de lo natural y ecológico, de ciertos roles femeninos más ancestrales y retrógrados. Esta otra escena la viví hace unos meses. En un vuelo transatlántico me tocó al lado una mamá joven, muy guapa y con estudios universitarios, que viajaba con su hijo de dos años. Ante mi sorpresa, llegada la hora empezó a dar de mamar al retoño después de que este, hablando como un catedrático, solicitara el servicio de comedor. No seré yo quien se mese los cabellos ante las madres que reclaman su derecho a alimentar a sus hijos cómo y cuándo les plazca, allá cada cual con su particular afán de protagonismo, por no decir exhibicionismo. Pero ¿es compatible con una vida profesional amamantar niños hasta esa edad? Tampoco parece muy compatible con el trabajo lo que propugnan las muy progresistas 'miembras' de la CUP. Ellas desean que los centros de salud promuevan «métodos alternativos de recoger el sangrado menstrual» a los caros y poco ecológicos tampones y compresas. Para ello abogan por el sangrado libre (sic) y la utilización de esponjas marinas (sic también). Otro tema a debate hoy en día es el parto en casa. ¿Para qué ir a un hospital si se puede parir igual en el colchón de casa, como sacraliza un conocido anuncio de televisión? Por supuesto, y una vez más, parir con dolor es una opción, pero no parece precisamente 'moderno' anteponer la intimidad a la seguridad o considerar irrelevante la contribución del parto hospitalario a la hora de reducir la mortalidad materno-infantil. Mención aparte merece la terrible lacra de la violencia de género. Podría uno pensar que tales conductas son secuelas del pasado, de una educación machista y, por tanto, ajena a generaciones más jóvenes. Las estadísticas dicen lo contrario.

domingo, 1 de noviembre de 2015

LOS REFRESCOS DE COLA (Y OTROS...) SON LOS PRINCIPALES RESPONSABLES DE LA OBESIDAD: Jorge García-Dihinx

Cuando yo estudiaba la carrera de medicina, en los años 1988-1994, no existía la actual epidemia de obesidad infantil.

¿Han cambiado los niños?
No.
Ha cambiado la alimentación que nos vende la industria y que inunda los stands de los supermercados. Un veneno adictivo escondido con azúcares añadidos.
Un insulto a la salud y a la población.

La industria alimentaria, con ánimo de lucrarse más cada día e importándole un bledo la salud de las personas, inserta aditivos "adictivos" en la comida procesada y en los llamados "refrescos", de manera que cada vez existe más consumo de éstos sin que la población sepa lo dañino que su consumo es para la salud.

En un futuro no muy lejano Sistema Nacional de Salud no va a tener dinero para soportar las consecuencias médicas de la epidemia de obesidad que va a seguir aumentando en los próximos años y, por ende, de las enfermedades relacionadas con ella: Diabetes tipo 2, Hipertensión, Síndrome Metabólico, Cardiopatía Isquémica, cáncer, etc...

Sueldos privados: Juan Manuel de Prada

Es habitual que, cuando se reclama que los sueldos de los funcionarios públicos estén sometidos a regulación, se defienda a renglón seguido que los sueldos del sector privado puedan regirse exclusivamente por el criterio del contratador. Así, por ejemplo, se justifica que los altos ejecutivos de las empresas ganen millonadas, o incluso que perciban gratificaciones añadidas desmesuradas, pues se defiende cada uno hace con su dinero lo que quiere; y una empresa privada, cuando decide hacer estos pagos estratosféricos, está gastando de lo que ha ganado y no está sustrayendo fondos públicos. Esta monserga se repite mucho constantemente en medios de comunicación, incluso entre los que presumen de 'inspiración cristiana', que suelen ser los que con mayor alegría defienden estas burradas anticristianas, para corrupción de sus clientelas zombis.