sábado, 22 de diciembre de 2012

A veces, sí; a veces, no; a veces, tú; a veces, yo, Carmen Posadas

Steven Pinker, de cincuenta y siete años, profesor de Harvard y físicamente muy parecido a como sería Jim Morrison si aún estuviera en el mundo de los vivos, es la gran estrella de la psicología evolutiva, que se ha hecho aún más rutilante con la publicación de su libro Los ángeles que llevamos dentro. El declive de la violencia y sus implicaciones. En él, y recurriendo a la estadística, Pinker argumenta que vivimos en la época menos cruel y violenta de cuantas ha conocido la humanidad. Nos recuerda que, a pesar de nuestra habitual creencia de que todo tiempo pasado fue mejor, esto no es cierto en absoluto y argumenta que una serie de prácticas monstruosas han sido abolidas con carácter irreversible. «Dudo mucho que vuelvan los sacrificios humanos -señala Pinker- o que se legalice de nuevo la esclavitud o la costumbre de torturar sádicamente a nadie». Si uno le recuerda que en países como Rusia existen alrededor de un millón de personas que pueden considerarse esclavos o menciona los desmanes de Abu Ghraib o Guantánamo, el señor Pinker no tuerce el gesto. Después de señalar que las estadísticas cantan y que según ellas nunca ha habido menos guerras y genocidios, se pregunta: «¿Puede decirse que la naturaleza humana tiende de manera innata a la violencia?». Sobre esta cuestión hay, tradicionalmente, dos posturas. Pacifistas y progresistas rechazan la idea porque, según ellos, sostener que existe «una naturaleza humana» equivale a decir que la violencia es un instinto del que no podemos librarnos. Pero el argumento es erróneo -explica Pinker- porque aceptar la existencia de la naturaleza humana en toda su complejidad implica saber que, junto a los instintos violentos, existen otros igualmente fuertes y de signo contrario, y todo depende de qué lado de nuestra naturaleza acabe siendo más fuerte. Su afirmación puede parecer de Perogrullo, pero es una de las cuestiones que más ríos de tinta han hecho correr. ¿Qué somos, ángeles o demonios?

viernes, 21 de diciembre de 2012

El negocio de privatizar lo público, Edmundo Fayanas Escuer


El  neoliberalismo nos va a plantear dentro de poco privatizar hasta el aire que respiramos. En ese absurdo mundo neoliberal que representa Rajoy y su PP, pretenden la privatización entre otros  aspectos, la sanidad y la educación.
¿Qué significa privatizar la sanidad? Los neoliberales del PP plantean la privatización sanitaria, y esto pasa por demoler un sistema público sanitario eficiente y barato, por otro que nos lleva a la ruina, como veremos. Veamos algunos aspectos.
Modelos sanitarios que son referentes para el PP.
• El modelo anglosajón o norteamericano, donde lo privado es lo que manda. Todos deben saber que las empresas sanitarias norteamericanas que cotizan en el Dow Jones  neoyorkino son las más rentables, muy por encima de las financieras, es decir, son empresas donde el beneficio prima sobre la salud. Según numerosos estudios realizados por distintas organizaciones médicas se reconoce que más de un 20% de las intervenciones quirúrgicas en centros privados no son necesarias y lo único que buscan es el beneficio.
El gasto sanitario de Estados Unidos es del 17% del PIB.   Este no cubre al 20% de su población, pues no tiene ninguna cobertura sanitaria y otro 50% tiene una cobertura médica muy por debajo del sistema público español.   Sin embargo tiene un coste que duplica al español. ¿Es esta la alternativa del PP?
• El modelo holandés está gestionado por mutuas privadas. El sistema es universal, gratuito y el Estado fija los límites de los servicios de salud esenciales.  Se empezó pagando 170 euros mensuales, pero ya están en 210 euros y con una disminución de las prestaciones que tenían, que rondan el 25%, es decir pagar más por recibir menos.   Holanda gastó, en 2010, el 15% de su PIB, es decir un 65% más que el gasto sanitario de España y además con menos prestaciones.
Este sistema fue impulsado por la derecha a inicios del 2000, con los mismos argumentos que usa el PP, diciendo que lo privado da más barato el servicio y con mayor eficiencia. Entonces el gasto estaba en el 12 % de su PIB, actualmente está en el 15% y con menores servicios,

domingo, 16 de diciembre de 2012

Arco iris, domingo 16/12/2012, Zaragoza


¿Abraham? ¿Sansón? ¿Dalila?, Arturo Pérez-Reverte


Me lo comentó el otro día una profesora que trabaja en un colegio laico, mixto, de excelente nivel y prestigio. Con vitola culta y liberal. De los veintitantos niños de ocho a nueve años que tiene en su clase, sólo dos cursan Religión como asignatura optativa. Y en el resto del cole, más menos. Casi todos los padres eligen para sus hijos algo llamado Alternativa. Eso me picó la curiosidad. Lo mismo me da para insultar a alguien el próximo domingo, me dije. Que en los últimos artículos me he amariconado mucho. Así que esta semana hice algunas preguntas y obtuve, como veía venir, apasionantes respuestas. Y conclusiones. La principal, básicamente, es que lo mismo con el Pepé, con el Pesoe o con la madre que nos parió, esto va a seguir siendo una puñetera bazofia para analfabetos. Porque seamos justos. Ni siquiera podemos echar la culpa a los planes infames de educación que unos y otros nos llevan asestando desde hace tiempo. Los primeros responsables, los culpables son los mismos papis. O sea. No sé si me explico. Somos nosotros.

Las causas reales de la política de austeridad, Vicenç Navarro


En un artículo reciente indiqué que las medidas que se están tomando para racionalizar el sistema financiero en la Unión Europea no están teniendo un impacto en la resolución de la Gran Recesión que la Unión Europea está experimentando (“¿Qué está ocurriendo en la Eurozona?"). Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), la economía española descenderá un 1,5% del PIB, la italiana un 2,3%, la portuguesa un 3%, la griega un 5,2%, la británica un 0,6%, la alemana un 0,9% y la francesa un 0,1%. Para el promedio de la Unión Europea, las predicciones de crecimiento económico son nulas, como señala la Comisión Europea. En realidad, se calcula que el descenso de la economía europea será de un 0,4% de su PIB. Un mal presente y un futuro peor. Las reformas financieras parecen no estar mejorando la situación. Antes al contrario, muchas de las medidas que se están tomando para mejorar el sistema financiero, están empeorando, en lugar de mejorando, la situación económica. El énfasis del Banco Central Europeo (BCE) y de la Comisión Europea en continuar las políticas de austeridad es un claro ejemplo de ello. Se argumenta que la disciplina fiscal (reducir el déficit público de los Estados) es clave para recuperar la confianza de los mercados financieros. De ahí que, como consecuencia, se están realizando más y más recortes en las transferencias y en los servicios públicos del Estado del Bienestar.
La inmensa mayoría de trabajos científicos creíbles muestran el profundo error de tales políticas. En realidad, tales políticas de austeridad han sido las responsables de que se vaya cayendo más y más en esta Gran Recesión. Y la causa de que ello sea así no es nada difícil de entender. El gran descenso de las rentas del trabajo en la mayoría de países del mundo occidental (y muy en especial Norteamérica y Europa occidental) ha creado un enorme problema de escasez de demanda, que aún cuando fue paliada, en parte, debido al enorme endeudamiento de la población (endeudamiento que benefició a la banca), ha llegado a un límite que ha paralizado el crecimiento económico. Pero la disminución de las rentas del trabajo se ha hecho a costa del enorme crecimiento de las rentas del capital y de su concentración en unos sectores de la población enormemente minoritarios (el famoso 1% del Occupy Wall Street Movement). Nos encontramos así con la aparente paradoja que vemos, junto a un enorme crecimiento de la cantidad de dinero existente en manos de unos pocos, una gran escasez de dinero para que la mayoría de la población pueda pagar los bienes y servicios que necesita para mantener su nivel de vida. En realidad, la pobreza está alcanzando dimensiones epidémicas, alcanzando grupos y clases sociales que se habían siempre considerado inmunes a tal escasez de recursos.
Lo que debería hacerse y no se hace
Parecería que lo más lógico es que se repartiera la enorme concentración de dinero para que se transfiriera a la población en general permitiéndoles que compren y atiendan a sus necesidades, recuperándose así la economía. La solución a esta recesión es extraordinariamente fácil de diseñar, si el conocimiento científico fuera el que motivara las decisiones políticas. De nuevo, toda la evidencia científica creíble existente señala que tal concentración de las rentas está dificultando la resolución de la crisis. Y la manera de corregir la concentración es la redistribución de tal dinero. Sólo en EEUU, el dinero acumulado (por la élite económica) durante estos años de crisis es de 2 trillones (americanos) de dólares. No hay, pues, falta de dinero. Su redistribución hacia las clases populares resolvería rápidamente el problema de falta de demanda en EEUU.
Que ello no se haga se debe al enorme poder que tiene este 1% de la población en cada país y las alianzas que se establecen entre ellos en varios países. Los argumentos que constantemente se dan, incluso por autores de izquierda, para explicar porqué no se hace tal redistribución y se estimule la demanda, es que los economistas que dirigen o aconsejan estas políticas de austeridad son incompetentes o ignorantes, argumentos que no son creíbles. Otro argumento que se ha utilizado es que tales economistas están imbuidos de una ideología, la ideología neoliberal que practican y promueven con una fe mancada de base empírica que la sustente. Pero tal argumento ignora que la fe siempre se reproduce porque beneficia a los que la promueven y sustentan. Hay intereses muy poderosos –para los cuales tales economistas trabajan- que apoyan la austeridad. Uno de ellos es el capital financiero, pues la expansión económica, que resultaría de las políticas redistributivas, afectaría la inflación. Y el enemigo número uno de la banca es siempre la inflación. Si el lector tiene 100 euros y la inflación anual es de un 10%, al final del año, su billete de 100 euros únicamente tiene un valor de 90 euros en comparación con los iniciales. Y la banca tiene billones de euros. Eso significa que ligeras variaciones de la inflación pueden tener impactos sumamente negativos para el capital financiero. De ahí que las políticas de austeridad que se están imponiendo en la Eurozona (y utilizo la expresión imponiendo porque en ninguno de los países donde tales políticas se han llevado a cabo éstas estuvieron en los programas electorales de los partidos gobernantes), y que están dañando el bienestar de la mayoría de la población, hayan sido las escogidas por el sistema de gobierno del euro (el Banco Central Europeo y también la Comisión Europea), enormemente influenciado por el capital financiero europeo (y muy en especial el alemán). Estas políticas han sido muy exitosas para tal capital financiero. La inflación en el promedio de la Eurozona ha sido alrededor del 2% por año, el objetivo que se diseñó cuando se estableció el euro (en noviembre fue el 2,2%).
Otras causas de las políticas de austeridad

miércoles, 12 de diciembre de 2012

El "expolio" social del que no se habla, Vicenç Navarro


Un argumento utilizado por los independentistas catalanes para defender la tesis de que Catalunya tendría más recursos si se independizara de España es que España está “expoliando” a Catalunya. No voy a entrar en este artículo en este tema, sobre el cual he escrito extensamente en varios artículos mostrando que el escaso desarrollo social de Catalunya no se debe al supuesto expolio nacional sino al enorme poder que las derechas catalanas y españolas han tenido y continúan teniendo a los dos lados del Ebro, situación responsable del subdesarrollo social de Catalunya y de otras partes de España, como documento en mi libro El Subdesarrollo social de España. Causas y Consecuencias, Anagrama. 2006. En este artículo quiero centrarme en la existencia de un expolio del cual ni los nacionalistas de los dos lados del Ebro ni nadie más están hoy hablando, ni en Catalunya ni en España. Es el expolio de una minoría -lo que solía llamarse la burguesía financiera e industrial- al resto de la población, y que está ocurriendo a lo largo de todo el territorio español, incluyendo Catalunya. Tal minoría no está contribuyendo al Estado (tanto central como autonómico) lo que contribuyen todos los demás. Si pagara al Estado lo que pagan todos los demás, la cifra resultante para toda España sería de más de 30.000 millones de euros al año, con lo cual podríamos haber evitado hacer todos los recortes de gasto público y social que están dañando de una manera muy acentuada el bienestar y calidad de vida de la mayoría de la población en general y de las clases populares en particular, tanto en Catalunya como en el resto de España. (Ver el informe del Observatorio Social de España, El impacto de la crisis en las familias y en la infancia. Ariel. 2012).
Para entender la naturaleza de este expolio, hay que entender cuáles son las fuentes de ingreso más importantes al Estado que incluye, como he señalado en el párrafo anterior, no sólo el Estado central, sino los Estados autonómicos. Pues bien, cuatro son las fuentes más importantes: una son los ingresos derivados de los impuestos sobre las rentas, primordialmente del trabajo, o IRPF (que es un impuesto que paga la mayoría de la población trabajadora); la otra fuente son los impuestos sobre el capital que afectan a un grupo muy minoritario de la población (predominantemente los burgueses y los grandes empresarios); la tercera fuente son los impuestos sobre el consumo, IVA, que toda la población, independientemente de sus ingresos, paga cuando compra algo, y que es sumamente regresivo; una cuarta fuente son los impuestos especiales que, como su nombre indica, son impuestos para fines concretos; y, finalmente, otra categoría que se define como “otros impuestos”.
Pues bien, según el excelente informe de la Fundación 1º de Mayo de Comisiones Obreras (uno de los centros de estudios más rigurosos que publica periódicamente informes que cuestionan la credibilidad del conocimiento producido por los centros de estudios financiados por la Banca y la Gran Patronal, como FEDEA), escrito por el economista Manuel Lago (y del cual extraigo la mayoría de los datos que presento en este artículo), los ingresos derivados del IRPF en España, desde el último año antes de que se iniciara la crisis, 2006, hasta el año 2011, crecieron un 6%, pasando el Estado de ingresar 64.638 millones de euros a 68.557 millones. Los fondos públicos procedentes del impuesto sobre el consumo bajaron sólo ligeramente (-2%), pasando de 52.817 millones de euros a 51.580 millones. Los fondos que el Estado recogía vía los impuestos especiales crecieron muy poco (2%), pasando de 18.699 millones de euros a 19.025 millones, y la categoría de “otros impuestos” subió más (5%), pasando de 5.696 millones de euros a 5.971 millones. Estos fondos procedentes de tales impuestos derivan, en gran parte, de la mayoría de la gente que trabaja y consume (lo que la literatura sociológica definiría como clase trabajadora y clases medias). Y a lo largo del periodo 2006-2011 se han mantenido o han aumentado.
Ahora bien, si analizamos qué ha pasado con las rentas derivadas del capital y de sus diferentes componentes, tales como capital financiero (bancos, compañías de seguros y compañías de alto riesgo, entre otros), capital industrial (grandes corporaciones multinacionales) o capital de servicios (empresas de marketing y asesorías, entre otras) vemos que los ingresos al Estado derivados de la carga impositiva sobre el capital han bajado de una manera muy acentuada, casi espectacular (-68%), pasando de 41.675 millones de euros a 13.383 millones. Es decir, en otras palabras, el Estado ha dejado de ingresar 28.292 millones de euros. En realidad, el descenso total de ingresos al Estado, pasando de 183.525 millones de euros a 158.516 millones, procede mayoritariamente de gravar menos las rentas del capital, hecho que es el mayor responsable de la bajada de ingresos al Estado durante este periodo (14%). En total el Estado ha pasado a ingresar 25.009 millones de euros menos, que es una cifra muy cercana a los 28.292 millones que el Estado no ingresó como consecuencia del descenso de los ingresos procedentes de las empresas, es decir, del capital. Manuel Lago documenta con gran detalle los cambios que han ido ocurriendo en cada uno de estos impuestos y sus consecuencias en cuanto a los ingresos al Estado. Lo que les acabo de escribir es el resumen de cómo han evolucionado los ingresos. Y lo más llamativo es que los ingresos procedentes del impuesto de sociedades (que es el impuesto al capital), que representaban el 23% de todos los impuestos en el año 2006, han pasado a ser sólo un 8%. Sí, lo ha leído bien, sólo un 8%. El mundo empresarial contribuye mucho, mucho menos que la mayoría de la población, incluyéndole a usted, lector, y a mí.

Por qué protestan los jueces, María Tardón

Aunque estemos, ya, acostumbrados a las protestas, huelgas y manifestaciones de todo tipo de colectivos, la verdad es que los comunicados públicos, denuncias y convocatorias de medidas de presión por parte de los jueces, y de las organizaciones que los representan, aún produce un gran impacto en la opinión pública.

La dimensión institucional de la función judicial ha determinado que, pese a las graves y profundas reclamaciones que hemos tenido, desde hace ya muchos años, quienes formamos parte de ella, hayamos tratado siempre de reconducirlas por el cauce del diálogo, y la colaboración con los sucesivos gobiernos.

Sin embargo, y visto el desolador panorama actual que ofrece la Administración de Justicia, parece que no ha existido el mismo nivel de compromiso y de responsabilidad por parte de todas las administraciones implicadas.

Cualquiera que, por el motivo que sea, tenga que acudir a un órgano judicial, puede comprobar el estado de obsolescencia e ineficacia en que trabajan los juzgados y tribunales españoles.

Saturados de trabajo, carentes de medios materiales y humanos, aquejados de todo tipo de disfunciones y sin coordinación entre ellos, se han limitado, en buena medida, a resistir, como han podido. Y ello sólo gracias al esfuerzo de quienes trabajamos en unos órganos judiciales que, sin embargo, no garantizan una mínima calidad en el servicio público que prestan.

Cada cierto tiempo, además, venimos sufriendo campañas de descalificación que buscan descargar exclusivamente sobre los jueces y los funcionarios que trabajan en la Administración de Justicia la responsabilidad de ese mal funcionamiento.

A este respecto, me gustaría dejar apuntado un solo dato: desde el año 2004, el número de asuntos resueltos en los juzgados y tribunales españoles ha ascendido un 23,12% (De 7.486.315 a 9.217.395). Sin embargo, el número de jueces sólo ha pasado de 3.997 a 5.171. Es decir, de una ratio de 9,54 jueces por cada 100.000 habitantes a 11. Muy alejada, además, de la media europea, que se sitúa 24,7.

Yo no tengo ninguna duda que esta sobrecarga en nuestro trabajo ha redundado, también, en una peor calidad de la respuesta judicial. En primer lugar, porque es lenta, lo que genera tantos problemas añadidos a quienes son partes en un procedimiento que difícilmente pueden llegar a considerarla justa. Ni siquiera aunque les de la razón.

Y, en segundo término porque, agobiados como estamos por la cantidad de asuntos que tenemos que resolver, nos hemos volcado en el estudio del contenido de unos enjundiosos y complejos procedimientos, y en el dictado de los autos o las sentencias que los resuelvan.

Descuidando el que, creo yo, debía ser el principal cometido de nuestra función: dispensar una atención adecuada al ciudadano que acude ante el órgano judicial. Distribuyendo nuestros tiempos de trabajo de manera más racional, en función de esa atención. Dándole el tiempo que necesite para explicarse, sin apremiarle, para hacerle comprensible el contenido de las actuaciones judiciales, y no sometiéndole a interminables esperas, como sucede ahora.

Pero eso exige disponer de otro reparto de la carga del trabajo judicial. Que, además, es algo que se puede medir, y se puede establecer con bastante precisión. Y que la inmensa mayoría de los Jueces venimos reclamando desde hace años, infructuosamente.

Probablemente porque la primera consecuencia de esa medición es que a un Juzgado o Tribunal que tenga asignada una carga de trabajo razonable de 500 asuntos, el propio sistema no pueda atribuirle 1.200 –como viene sucediendo hasta ahora- para que los atienda cuándo y como pueda.

Resulta, sin embargo, que la creación y puesta en marcha del número de órganos judiciales suficientes para ofrecer esa respuesta no corresponde al Poder Judicial, sino al Ejecutivo. Que –números cantan– lleva descuidando su responsabilidad a lo largo de muchos años y muchos y sucesivos gobiernos.

Como lo es la modernización tecnológica e informática, que en este punto comparte, además, con algunas Comunidades Autónomas, lo que ha generado tal disparidad y descoordinación en la asignación de los recursos que llega a rozar, muchas veces, el despropósito.

Pues bien, ante esta situación, la respuesta del Ministerio de Justicia ha sido la de poner en marcha toda una batería de reformas legislativas que, por una parte, persiguen el debilitamiento del órgano de gobierno del Poder Judicial, el Consejo General del Poder Judicial. Desposeyéndole de algunas competencias, esenciales para la independencia judicial, y hasta modificando una composición del mismo que establece la propia Constitución en su artículo 122.

sábado, 8 de diciembre de 2012

Crisis y agua: Edmundo Fayanas Escuer


España tiene dos gravísimos problemas en el siglo XXI del que apenas somos conscientes, la carencia de energía y del agua. Voy a tratar exclusivamente el problema del agua, del que apenas conocemos la realidad, pero que nos estamos jugando nuestro futuro como país.
Veamos algunos datos que no van a hacer darnos cuenta de la gravedad de la situación:
• El caudal de nuestros ríos ha descendido un 30% en los últimos treinta años, es decir que cada año perdemos un uno por ciento del caudal hídrico.
• El último informe de la Unión Europea, señala que amplias zonas del país, calculo que un 35% del territorio, recibe menos de 200 mm3 de lluvia anuales, al mismo tiempo que estos territorios consumen entre tres y diez veces más de agua que la que reciben de la lluvia, con lo cual son zonas destinadas al desastre.
• España es un país turístico, pero éste crea un gran estrés hídrico. Mientras que el consumo de un autóctono ronda los 140 litros diarios, el turista lo hace entre 300-500 litros. A esto hay que añadir, que el turismo se da precisamente en las zonas con pocas lluvias, de ahí que sea un turismo de sol.
• Nuestro sistema de acuíferos sufre una sobreexplotación, porque ningún poder estatal ha querido hacer frente a este problema. En España se calcula que hay unos tres millones de pozos, de los cuales solo el 20% están legalizados. Es decir, se están usando aguas públicas para un uso y beneficio privado. En estos momentos, nuestros acuíferos además de tener ya poca agua presentan altos niveles de contaminación debido al uso de productos químicos en la agricultura.
• España carece de una política medio ambiental, confundiendo ésta con el uso de cemento y la construcción de pantanos y más pantanos, canales y trasvases irreales y antieconómicos. La Unión Europea ha llamado la atención al gobierno del PP, porque Europa ha dado muchísimo dinero, unos 1.500 millones de euros, para la instalación de desaladoras y éstas solo funcionan al 17% de su capacidad. ¿Es la desalación la solución a la escasez hídrica? Evidentemente no, pero sí ayuda, sobre todo, a las zonas costeras del Mediterráneo, que son territorios con mucha población y con muy poca pluviosidad, siendo donde se desarrolla un fuerte turismo con lo que asegura el agua a estas poblaciones.
• En esa carencia de política medio ambiental, está en el origen de la desaparición del 95% de nuestros humedales, con una política suicida de desecación, cuando estos humedales son los verdaderos pulmones depuradores del agua y una forma de conservarla.
• En un país como España, con cada vez más carencia de agua, no se ha tenido una política de precios que evite el derroche actual. Mientras que países como Alemania y Dinamarca donde el agua es abundante, el coste del m3 ronda los seis euros, en España está en 1,51 euros elm3.
 ¿Debería subir el precio del agua en España? SÍ. El precio que se pague debe recoger los costes reales del reciclaje y el tratamiento de la misma. Como dice el gestor Philippe Rohner, del fondo de inversión Pictet Water “A largo plazo, el precio del agua aumenta de media al año más rápidamente que el petróleo y con menos volatilidad”. En Estados Unidos, Canadá y muchos países del sureste asiático el precio del agua tiene crecimientos que pasan del 10% anual, con lo que el control de su consumo es muy fuerte,
 Parto del principio “el agua es un derecho básico del hombre y en consecuencia son los poderes públicos los que deben de garantizar el derecho al agua de toda la población”.
 Aquí en España tenemos un grave problema y es que los dos principales partidos PP/PSOE intentan privatizar ese derecho básico del agua, para que haya negocio para las entidades privadas (Agbar, Aguas de Valencia, Acciona, la multinacional francesa Suez….). Como se ha demostrando en otros países como Francia, Bolivia…… estas concesiones son un escándalo.
 En Madrid, Esperanza Aguirre y el PP intentan privatizar el canal de Isabel II. Ayuntamientos dirigidos por el PSOE privatizan sus servicios públicos de agua.
Un solo ejemplo para que entienda que pasa con el agua. El agua embotellada es el gran negocio del siglo. Cuando Vd va al supermercado compra agua embotellada y paga aproximadamente un euro por botella. Coca Cola por medio de su marca Aqua Bona lleno en Londres sus botellas con el agua del grifo de Londres, cuando el m3 le costaba dos euros, ella obtenía 1000 euros en ventas de ese m3. ¿Conocen Vd mejor negocio que éste? Muchas empresas privadas exigen en sus contratos de agua, beneficios garantizados del 15%.
 Como vemos, para los neoliberales, el agua es una mercancía más y uno de los negocios más redondos del mundo, a pesar de ser un bien imprescindible para la vida humana. Invertir en agua se ha convertido en un negocio de alta rentabilidad, pues acabará siendo más cara que el petróleo, a costa de las personas una vez más. La escasez de agua generará cada vez más un negocio más lucrativo. Además al escasear el agua los productos agrícolas se dispararán de precio y volveremos a conocer las hambrunas espectaculares de siglos pasados ¿Por qué creen que vienen los africanos a Europa?
 Cuando planteo que hay que encarecer el agua a sus costes reales, no lo hago pensando en el negocio, puesto que me niego a que se privatice este bien público, simplemente quiero que sea el Estado el único propietario y asegure indistintamente cual sea su coste, que todos tengamos agua y hagamos un uso responsable de la misma..
 En los actuales compras que hacen estados y multinacionales en África y América latina lo que se está comprando no sólo es tierra, sino fundamentalmente es el agua. Actualmente hay guerras por el agua debido a su escasez. También hay países como Australia que está cambiando su modelo de desarrollo a marchas forzadas, ante la carencia de agua de su territorio.

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Un compuesto del vino tinto puede ayudar a prevenir el cáncer


Investigadores de esta universidad han descubierto en el uso del compuesto en modelos de laboratorio que una cantidad diaria de resveratrol equivalente a dos vasos de vino puede reducir a la mitad la tasa de tumores del intestino.
Estos expertos esperan llevar sus descubrimientos del laboratorio a la siguiente etapa, realizando pruebas clínicas para determinar el nivel óptimo de resveratrol en humanos. "Tras haber demostrado en experimentos en nuestro laboratorio que puede reducir el desarrollo de tumores, hay que concentrarse ahora en la identificación de los mecanismos para saber cómo actúa el resveratrol en las células humanas", explica la profesora Karen Brown, una de los organizadores de la conferencia Resveratrol 2012.
En este sentido, la profesora Brown destaca que muchas personas toman un suplemento de resveratrol, pero que en la actualiad no se sabe todavía cómo funciona ni la dosis óptima. "Se ha demostrado que altas dosis de resveratrol potencialmente pueden interferir con otros medicamentos. Con todos los estudios nuevos e interesantes que se están haciendo, especialmente los ensayos clínicos, espero que tengamos un panorama más claro en los próximos años", afirmó.
En Resveratrol 2012, que es la continuación de la primera conferencia internacional sobre resveratrol celebrada en 2010 en Dinamarca, se expondrán los avances más recientes de la investigación de los dos últimos años sobre este compuesto que se encuentra en la piel de las uvas rojas, que muestran cómo la química puede ayudar a prevenir el cáncer, enfermedades del corazón y diabetes.

La imprescindible reforma fiscal: Edmundo Fayanas


El político francés Robespierre decía en el año 1792 “de todos los derechos, el primero es el de existir. Por tanto la primera ley social es aquella que garantiza a todos los miembros de la sociedad  los medios para existir”.
Esta norma es básica en cualquier Estado democrático y social que se precie. Como vemos diariamente en España, esto no se cumple.Lo único, que se garantiza por ley, es al sistema financiero, que ha sido quien ha generado la crisis expoliando las arcas del Estado.
La segunda  cuestión, que sistemáticamente oímos a nuestros gobernantes, es la caída continuada de la recaudación fiscal. De ahí aducen que, al no haber dinero, deben de producirse recortes sociales, económicos y de derechos. Es decir, nos dicen que las instituciones financieras están por encima de los ciudadanos, contraviniendo flagrantemente a la Constitución que tanto nos la recuerdan cuando la necesitan, pero que ellos la incumplen sistemáticamente.
¿Es cierto que ha caído la recaudación fiscal?
Sí, pero. Todos deben de saber, que de cada cinco euros que ha caído la recaudación fiscal en nuestro país desde 2008, sólo un euro es debido a la crisis y los cuatro euros restantes son consecuencia de las últimas medidas fiscales tomadas por el Partido Popular y  por el Partido Socialista.
A este dato clarificador hay que añadirle tres aspectos, que nos harán entender por qué el Estado no tiene dinero suficiente:
  • • La recaudación fiscal en España, es once puntos menor que la media de la Unión Europea, sirva como ejemplo, Italia país homologable al nuestro.  Tiene más de once puntos por encima de recaudación fiscal. Alemania está diez puntos por encima del nuestro. Si estuviéramos al nivel de recaudación de la Unión Europea, se recaudaría unos 110.000 millones de euros anuales.
  • • La economía sumergida era en 1980 del 12,5% y en 2011 está en el 25%.   Simplemente con que hubiera una economía sumergida semejante a la de la UE, que se encuentra en el 12,5%, significaría una recaudación fiscal suplementaria de unos 33.000 millones de euros anuales ¿Qué se hace para luchar contra la economía sumergida?  Está claro que muy poco.
  • • La defraudación fiscal, en el año 2010, solamente de las 35 empresas del IBEX y de las grandes fortunas ha sido calculada en 43.000 millones de euros anuales.
Simplemente con estos tres aspectos fiscales implicaría la no existencia de déficit del Estado y en consecuencia, no habría recortes educativos, sanitarios ni en la dependencia, cultura, etc.
Para que lo tengan ustedes más claro y vean que gran parte de la caída de los ingresos del Estado no han sido fruto de la crisis, sino de las reformas fiscales hechas por el PP y PSOE, vean estos dos ejemplos:
  • La reforma del IRPF hecha por el PSOE de Zapatero, en el año 2007, se rebaja la cuota en un 5,2% para ingresos de 14.000 euros anuales y sin embargo se reduce en un 53,7% para ingresos anuales superiores a 110.000 euros ¿Cabe mayor descaro?
  • • Otra reforma propuesta por el PSOE y apoyada por el PP es la del Impuesto de Sociedades, donde no se modifican las tablas, pero sí aumentan las exenciones. Así nos encontramos que, en el año 2007, se pagaba de media el 16,4% de los beneficios empresariales y sin embargo en el año 2010 ya sólo se paga el 9,4%. Es decir, que nuestros grandes empresarios y grandes fortunas salen muy beneficiados. Irlanda que es el país de la UE que tiene la tabla más baja de Europa se paga el 12,5% y en Alemania y Francia está entre el 30-35%.
¿Entienden ahora por qué el Estado español no tiene dinero?
Cuando nuestros políticos populares y socialistas nos dicen que la crisis es repartida entre todos los sectores sociales, nos están mintiendo de forma descarada y da la razón a los manifestantes cuando estos gritan “Esto no es una crisis es una estafa”.

lunes, 3 de diciembre de 2012

La filantropía y la crisis española: Edmundo Fayanas Escuer


Recientemente ha sucedido dos hechos que han puesto de relieve la cuestión de la filantropía. Por un lado, la donación de Amancio Ortega, dueño de Inditex que ha dado a Caritas 20 millones de euros. Por otro lado, el especulador George Soros ha dicho que hará una gran donación al pueblo griego.
¿Es la filantropía la solución a la desigualdad social de la crisis? La filantropía se basa en la idea de que hay que devolver una parte de lo que la sociedad les ha dado de riqueza.
Cuando George Bush, en el año 2004, suprimió el Impuesto de Sucesiones, que suponían unos 200.000 millones de dólares, los ricos norteamericanos le mandaron un manifiesto oponiéndose a tal medida, decían “Eliminar el Impuesto de Sucesiones sería más peligroso para nuestra democracia, nuestra economía, nuestra sociedad... pues conduce a una aristocracia de la riqueza que transmitirá a sus descendientes el control sobre los recursos de la nación”. Aquí en España ninguno de nuestros ricos se han opuesto y se niegan a que se vuelva a poner.
En Estados Unidos hay más filántropos, porque los ricos pagan menos impuestos y las necesidades de la población son mayores, debido a la carencia de un estado del bienestar social. Estas carencias por parte del Estado las intentan suplir los ricos, pues entienden que en el capitalismo debe existir un equilibrio entre las clases sociales.
Dos deducciones podemos extraer de esto; en primer lugar, cuanta más filantropía existe en un país, más desigualdad social hay y en segundo lugar, cuanto más se rebajan los impuestos del Estado, más desigualdad social se produce.
Aquí en España, han puesto de moda la canción de que rebajar los impuestos es lo más moderno y sobre todo de justicia social. Tanto el PP como el PSOE nos han cantado a dúo esta melodía, por eso han suprimido el Impuesto de Sucesiones y el de Patrimonio, en una de las muchas barbaridades fiscales que ambos han perpetrado con el apoyo de las clases pudientes y el silencio cómplice de casi toda la prensa. Esta política fiscal está provocando una desigualdad social en España escandalosa y que  no es admisible.
La filantropía en España tiene una fiscalidad basada en que las donaciones particulares tienen un 25% de deducción en el IRPF y la de las empresas llega al 35% en el Impuesto de Sociedades. En Francia estas deducciones están en el 65% y por ejemplo en Austria y Estados Unidos llega al 100%.
Con los datos aportados por Hacienda del año 2001, sólo 4.166 contribuyentes con rentas superiores a los 600.000 euros hicieron alguna donación, y el total han supuesto unos cinco millones de euros. En cuanto a las donaciones de las empresas españolas no hay datos fiables pero sií se sabe que han sido muy superiores a las particulares.
Para la Asociación de Técnicos de Hacienda, mejorar este tipo de fiscalidad como propone el Partido Popular, daría todavía más herramientas para intentar pagar menos impuestos. En el caso de las empresas, que ya sólo pagan entre un 9-11%  del Impuesto de Sociedades cuando la tasa oficial está en el 30%. Si se dan más facilidades fiscales a las donaciones, sólo servirán para aumentar las desigualdades sociales.
Julio Rausés Pérez, presidente de la Asociación de Inspectores de Hacienda considera que en muchos casos de operaciones de mecenazgo, se ocultan meros contratos publicitarios, que no pagan por tanto los impuestos que deberían, y muchas fundaciones lo que hacen es esconder beneficios económicas.
El director de la Fundación Juan March, Javier Gomá dice “el sector fundacional y su retórica presentan como altruismo, filantropía, virtud cívica, participación de la sociedad civil, voluntariado, lo que la inmensa mayoría de los casos es economía de la distribución de la renta. Buena para el país, pero no necesariamente filantrópica. Una retórica que suscita admiración y recelo a partes iguales”.
¿Qué pienso de la donación de Amancio Ortega?
Me parece impresionante el desarrollo de su empresa Inditex, siendo actualmente una de las más exitosas de Europa y del mundo, con un modelo original y con muy buenos resultados, que han hecho de Amancio Ortega el tercer hombre más rico de la Tierra.

jueves, 29 de noviembre de 2012

Otro de viajar: Carmen Posadas


De vez en cuando me gusta coger el coche y conducir, irme lejos sin saber exactamente adónde. Mi marido lo llamaba 'escapismo', yo lo llamo 'escapada', y sigo haciéndolo siempre que puedo. No solo porque se me ocurren buenas ideas para mi trabajo mientras conduzco, sino porque a veces me pasan cosas curiosas. La última vez que me dio por el escapismo fui a Cáceres. No era mi primera visita, pero hay una gran diferencia entre viajar solo o hacerlo acompañado. A lo mejor es porque soy una persona demasiado individualista (mea culpa), pero cuando voy con otros me entero de menos cosas, y ahora se me ocurre una teoría al respecto. Creo que, cuando uno pasea solo, percibe el entorno de una manera que se parece mucho al modo en que lo hacía de niño. Es como si, lejos de interferencias y comentarios ajenos, los sentidos se confabularan para que uno vea, huela, sienta y oiga cosas que de otra forma pasa por alto. A lo mejor por eso, aquel día que les cuento, de pronto me vi en una ciudad de Cáceres que no era la que tenía delante sino anterior, de los años cincuenta o principios de los sesenta, más o menos. Para explicarlo, tendré que retroceder un poco en el tiempo y contar que cuando era niña y vivía en Uruguay tenía una niñera, a la que adoraba, que se llamaba Carmen, como yo.

lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Hemos vivido por encima de nuestras posibilidades? Edmundo Fayanas Escuer


Desde el poder establecido por el neoliberalismo, tanto europeo, como español, se quiere hacer recaer la responsabilidad de la crisis, que estamos padeciendo, en las personas corrientes, diciéndonos que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y que en consecuencia, ahora debemos aceptar sumisamente lo que nos está sucediendo porque hemos sido unos despilfarradores
Los neoliberales nunca asumen las consecuencias de sus políticas favorecedoras de las clases ricas y achacan además las culpas a los otros. Esta campaña ideológica intensa, que estamos sufriendo, hace pensar que somos culpables y en consecuencia la única medicina es dejar de ser protestones y asumir todo lo que se nos ordene desde el gobierno.
La mayoría de los españoles no hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y los datos refutan este axioma falso de los neoliberales. Veamos.
Los funcionarios  han visto reducido su poder adquisitivo de una forma continuada desde el año 1990 hasta finales del 2011 en un 52%, debido a las continuas congelaciones salariales y a la disminución salarial de forma unilateral por el gobierno de turno.
Si seguimos el informe de OIT, nos dice que desde el año 1995 al 2007, los salarios medios reales tuvieron un crecimiento nulo en este periodo de esplendor económico.   Sin embargo, otros consideramos que el descenso en este mismo periodo ha sido del 10%. Esto fue posible por la política de moderación salarial firmada por los sindicatos UGT y CCOO con la patronal. Resulta que cuando va bien la economía debemos de ganar menos y cuando va mal nos los bajan de forma unilateral y haciéndonos perder salario y derechos. ¿Cuándo los trabajadores recuperarán todo esto?
Nunca hemos vivido por encima de nuestras posibilidades, sino por debajo de lo que nos hubiera correspondido por nuestro trabajo, pues como vemos, hemos sufrido décadas de disminución salarial. Lo que ha sucedido es que se ha producido en estos años la inserción de la mujer en el mundo laboral, y donde antes había un solo salario, ahora hay dos. Esto es lo que ha permitido una mejora general. Desde 1990 hasta 2010, se han unido al mundo laboral más de tres millones de trabajadoras nuevas.
A todo esto nos estimulaban al consumo con el acceso a un crédito fácil y a bajos tipos de interés, que aportaban liquidez a nuestros bancos, los franceses y alemanes, para que consumiéramos sus productos. Esto ha provocado un gran endeudamiento de las familiar españolas, siendo aproximadamente unos 850.000 millones de euros, una cantidad muy importante siendo uno de los países del mundo con mayor endeudamiento familiar.
La política neoliberal impulsó desde 1980 un consumo irracional, en aras de una libertad, lo que nos llevó a vivir del crédito, y en consecuencia, a una multiplicación del dinero, que nos ha llevado a una globalización irreal y no sostenible. Con esta política, el capitalismo asegura una potente demanda de consumo, mientras que se apropia de la productividad, consiguiendo mantener los salarios congelados.
El salario medio bruto anual en la industria y en los servicios en el año 2006 era de 22.667 euros anuales, mientras que en Francia era de 29.224 euros y en Alemania de 41.038 euros. El salario medio de la Europa del euro era de 33.000 euros. Está claro que la crisis actual no la han creado los trabajadores españoles.
En el año 2000, las rentas salariales representaban el 49,4% del PIB nacional y sin embargo, a mediados de 2007 ya solo era del 47,4%, y a finales de 2011 había caído al 45%. A este dato hay que añadir que en los últimos once años se han añadido cinco millones de trabajadores nuevos, es decir, que siendo muchos más trabajadores, cada vez representamos menos en el PIB del país. Esto es posible porque las rentas del mundo del trabajo se han ido  al beneficio del mundo del capital.   Mientras que las rentas del capital han pasado del 40,5 % del PIB en el año 2000 al 43,7% del año 2008, estando a finales del 2011 en el 45% del PIB.  
Todo esto demuestra, que los trabajadores no hemos creado la crisis con nuestros salarios, pues los datos con incontestables.  Esto debería llevar a una profunda reflexión a los sindicatos mayoritarios, para que analizaran las consecuencias de su política de moderación salarial. ¿Reflexionarán UGT y CCOO?  Me temo que no.
Estamos asistiendo como vemos a una campaña de meter miedo a la gente y de responsabilizarnos colectivamente y lo hacen intentado que interioricemos la frase“hemos vivido por encima de nuestras posibilidades”. En consecuencia debemos asumir con resignación cristiana nuestros pecados y vivir como un castigo estas políticas irracionales de recortes de derechos sociales, económicos y políticos llevadas a cabo por los gobiernos de Zapatero y de Rajoy.

LAS 10 ESTRATEGIAS DE MANIPULACION MEDIATICA

1.El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales” (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas’).

2. Crear problemas, después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también:crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. ¿Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad” (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas’).

6. Utilizar el aspecto emocional más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

Vicenç Navarro: Lo que no se ha dicho en los medios de comunicación de las elecciones de EE.UU.


Este artículo critica la cobertura de los medios de mayor difusión españoles sobre las elecciones en EEUU, proveyendo datos que cuestionan algunas de las interpretaciones que se han dado de las últimas elecciones en aquel país.
La cultura y comportamiento políticos de EEUU no es siempre fácil de entender desde el punto de vista europeo, pues sus símbolos, lenguaje y formaciones políticas –tales como los partidos políticos- son diferentes a los existentes en este continente, aún cuando la creciente americanización de la política en Europa está desarrollando similitudes que considero, por cierto, preocupantes.
Pero veamos las diferencias primero. Comencemos por los símbolos. El color rojo –el color de las izquierdas en Europa-, es el color de las derechas en EEUU. Y viceversa, el color azul, que es el color de las derechas en Europa, es el color de las izquierdas en EEUU. Cuando en el día de las elecciones el mapa electoral de EEUU se teñía de rojo, sobre todo en el centro y sur de EEUU, parecía que “los rojos” habían tomado todas estas partes del país. Los rojos, sin embargo, eran los azules en España, es decir, las derechas.
También existen diferencias en el lenguaje. Una persona definida como “liberal” en Europa es un político o un economista que desfavorece políticas redistributivas, minimiza las intervenciones gubernamentales y no quiere ni oír hablar de aumentar los impuestos de los ricos y de las rentas del capital. En EEUU, sin embargo, ser “liberal” es todo lo contrario. Es un político o un economista que está a favor de políticas redistributivas, favorece el intervencionismo gubernamental y ve con buenos ojos el incremento impositivo de las rentas del capital y de los súper ricos. En otras palabras, lo más próximo a un liberal estadounidense es un socialdemócrata europeo. Los medios de información españoles, sin embargo, al traducir literalmente el término “liberal” estadounidense cuando se refieren a personalidades progresistas de aquel país, crean unas confusiones tremendas. Referirse, como hacen muchos medios en España, al político Jesse Jackson sénior, uno de los dirigentes de la izquierda estadounidense, o al fallecido senador Kennedy, uno de los senadores más progresistas de EEUU, como “liberales”, desorienta en gran manera al público español que se informa a través de tales medios, que traducen palabra por palabra lo que leen en la prensa estadounidense. Tal confusión la he podido oír frecuentemente en voces de tertulianos y periodistas poco conscientes de este error.
Otra diferencia, esta vez en los instrumentos políticos en ambos lados del Atlántico Norte, es lo que se entiende por partido político. En Europa, un partido político es un colectivo que (en teoría) decide colectivamente con un ideario común compartido por la militancia que participa (en teoría) en el desarrollo de su programa y en la elección de sus dirigentes. Aunque esta militancia y el gobierno colectivo están desapareciendo en muchos partidos (de ahí que utilice el término “en teoría”), las diferencias de los partidos políticos europeos con los partidos estadounidenses son todavía sustanciales. El sentido de militancia en estos últimos no existe. El ciudadano se registra para votar como Republicano, como Demócrata, o como Independiente. Y no hace nada más hasta el día que vota en las primarias del Partido Republicano o Demócrata. Las primarias son un buen sistema, pero es la única participación que el miembro del partido tiene en la candidatura final. Por lo demás, los miembros activos que participan y deciden son los cargos elegidos y los aparatos de tales partidos. Se me dirá, con razón, que hoy la gran mayoría de partidos de Europa están también evolucionando hacia este tipo de prácticas. Pero sus raíces son distintas y sus prácticas todavía recuerdan sus orígenes. En Europa, la mayoría de partidos de izquierda eran la rama política de movimientos obreros que organizaban la vida social así como la política de tales grupos. No así con el Partido Demócrata, que es un aparato de representantes políticos y personas que aspiran a ser representantes políticos. Que ello esté también ocurriendo en muchos partidos de Europa (y España) no niega las diferencias todavía existentes entre los partidos estadounidenses y los europeos.
En EEUU, los partidos son paraguas que acogen una enorme variedad de sensibilidades. En el Partido Demócrata hay desde sensibilidades próximas a los partidos socialista y comunista hasta la derecha conservadora de los Estados del Sur, la parte más conservadora de EEUU. El Partido Republicano, sin embargo, es hoy menos diverso. El aparato del partido está controlado por el Tea Party, que con su nacionalismo extremo, inspiración y fundamentalismo religioso, sentido de superioridad, resultado de pertenecer a una nación escogida por Dios para realizar su labor “civilizadora”, liberando al mundo de comunistas y socialistas (que son todos los que no están de acuerdo con ellos), con un estilo jerárquico, machista e intolerante de la diversidad, tiene semejanzas con la ultraderecha presente dentro del partido conservador que gobierna España.
La privatización del sistema electoral. El punto vulnerable de la democracia en EEUU
Pero la mayor diferencia de las prácticas políticas entre EEUU y España es la financiación de las campañas electorales, que es predominantemente privada en EEUU. Las campañas electorales de los candidatos a cargos representativos son financiadas con fondos privados procedentes de donantes que en su gran mayoría son grandes empresas financieras y grandes corporaciones que quieren influenciar las decisiones legislativas que afectarán a sus intereses, y son los componentes de lo que se llama en EEUU la Corporate Class, es decir, la clase de los dirigentes de las grandes compañías que manejan la vida económica y financiera del país (la imagen idealizada del proceso electoral, que asume que los candidatos son financiados por las personas normales y corrientes, que envían sus donaciones de 25 o 50 dólares a su candidato, es profundamente falsa). Ello implica que las campañas electorales de los congresistas que se sientan en Comités del Congreso de EEUU, que tienen que tomar decisiones, por ejemplo, sobre el sistema sanitario, están financiadas por las compañías de seguro sanitario privado, las compañías farmacéuticas, el sector industrial sanitario, las grandes asociaciones médicas, y un largo etcétera, que incluye los grupos de presión que gestionan y actúan en el sector sanitario.
Esta situación no existe en dimensiones comparables en Europa, cuya regulación del sistema electoral no permite todas estas prácticas que se considerarían corruptas. Ni que decir tiene que algo de ello ocurre, más en los partidos conservadores y liberales, próximos al mundo empresarial, que en los partidos de izquierdas. Pero incluso entre los primeros, tal comportamiento es mucho menor que en EEUU, donde ni siquiera se considera corrupción esta práctica de comprar favores del legislador.
Esta situación crea un gran distanciamiento de la población hacia las instituciones representativas. El 72% de la población no se considera representada por el Congreso de EEUU, el cual se percibe como un instrumento de la citada Corporate Class. Sólo el 52% del electorado vota en las elecciones presidenciales, siendo este porcentaje incluso menor (30%) en las elecciones de los Estados (equivalentes a las CCAA en España) y en las elecciones municipales. Puesto que en EEUU hay una relación directa entre nivel de renta y participación electoral (a más renta, mayor participación), este dato implica que casi la mitad de la población, la que está por debajo de la mediana, no vota. Este sector no votante es la mayoría de la clase trabajadora estadounidense, que no vota por ser la que se siente menos representada. El 72% de esta población (cuya renta está por debajo de la mediana) se autodefine como clase trabajadora, y un 28% como clase media (General Social Survey. 2008).
¿Qué pasó en las últimas elecciones a la Presidencia y al Congreso de EEUU?

lunes, 19 de noviembre de 2012

Carmen Posadas: Niños de antes, niños de ahora

En mi infancia era bastante habitual leer historias sobre niños protagonistas de alguna gesta heroica. Edmondo de Amicis, por ejemplo, hizo llorar a varias generaciones con sus cuentos. Su libro Corazón recoge historias en las que, bajo títulos como El pequeño patriota padano o El tamborcillo sardo, se narran las gestas de niños muertos por alguna causa patriótica o víctimas de las injusticias de la época. De ellas, la única que ha sobrevivido al paso del tiempo es De los Apeninos a los Andes, que todos conocemos en su versión televisiva y convenientemente tuneada como la historia de Marco y su mono, Amedio. De este asunto del tuneo de cuentos infantiles ya hemos hablado en alguna ocasión. Lo moderno (o modelno) es creer que a los niños hay que evitarles historias de injusticias o de cosas feas hasta tal punto que incluso los malvados de los cuentos se han vuelto buenos (por no decir lelos) para que todo sea para bien en el mejor de los mundos. Tal vez por eso y porque hasta que la crisis asomó su larga sombra llevábamos unos años viviendo en Disneylandia (incluidos los adultos, que cada vez estamos más infantiles), hacía tiempo que no se hablaba de niños heroicos. Demasiado ocupados estábamos todos el fenómeno no es español, sino general en perseguir quimeras ricachonas. Y por supuesto los niños no eran una excepción.

lunes, 12 de noviembre de 2012

10 cosas que debes saber sobre Alemania


1. Alemania habla alemán
En Alemania se habla alemán, parece obvio, pero a menudo se minusvalora la barrera lingüística. Aunque hayas estudiado alemán, incluso aunque incluyas en tu curriculum un certificado B1 o, mejor aún, B2, tú no hablas alemán. Y lo sabes. Eso te lo pondrá muy difícil a la hora de integrarte en una empresa, en constante competencia. Para hablar alemán es necesario un proceso que requiere, además del estudio, tiempo de práctica y convivencia con alemanes. A esto hay que añadir la dificultad extra que presentan los acentos y dialectos de los diferentes Länder. Practicar alemán con los alemanes, además, no es una consecuencia automática de la convivencia. Puedes pasar semanas sin intercambiar más que escuetos saludos con tus compañeros del trabajo y tus compañeros de piso, que con toda seguridad intentarán dirigirse a ti en inglés o en español. Trabar auténticas relaciones en Alemania lleva años y el proceso de integración lingüística también. Debes estar preparado para un aislamiento prolongado.

2. Alemania es muy grande
También parece obvio que Alemania es muy grande, pero a menudo no somos conscientes de la enorme diferencia que hay entre vivir en ciudades cosmopolitas como Berlín y Hamburgo o en otras más ricas e industriales como Munich, Stuttgart o Düsseldorf. Estas últimas son las que más empleo ofrecen, están repletas de oportunidades, pero a menudo parecen muertas a partir de las 18:00 horas y soportan un caro nivel de vida. Las primeras, más atractivas y vitales, son las más pobres de Alemania, arrastran bolsas de paro propias y están ya saturadas de aspirantes. En Berlín hay un paro del 11,8%, en Munich del 3,8%. Son mundos diferentes.
3. Alemania está llena de alemanes
Seguramente contabas que con ello, Alemania está llena de alemanes, pero no entenderás el alcance de las diferencias culturales hasta que no las sufras. Son honrados hasta la médula. Si te dejas abierto el coche en el centro de Berlín, y con abierto queremos decir abierto de par en par, los CDs seguirán en la guantera cuando vuelvas dos horas después. Pero si aparcas incorrectamente ese mismo coche frente a tu casa, será posiblemente uno de tus vecinos el que llame a la policía para denunciarte. Te convertirás en un proscrito si no reciclas correctamente la basura, incluido lavar los envases de yogurt antes de depositarlos en el contenedor para plásticos. Si tomas un café o cenas con alguien, pagaréis por separado. Se quitarán los zapatos cuando entren a tu casa y tú deberás hacer lo mismo en la suya. No soportarán que hables al volumen cotidiano en España, ni que cocines con ajo. El rescate a los bancos españoles nos ha convertido en un país europeo de segunda y percibirás que comienzan a tratarnos como a ciudadanos de segunda. Ya no les gusta alquilarnos casas y admiten con más dificultad a nuestros hijos en colegios privados.  ¡Ah! Y no te perdonarán que no seas amable con perros y gatos, a los que no es extraño que demuestren más afecto que a las personas.
4. Alemania = burocracia
Nada más poner un pie en Alemania necesitas un Anmeldung, documento de registro que te pedirán para todo y que solicitarás en la oficina Meldestelle del Burgeramt, el ayuntamiento de tu distrito. También es necesario un Certificado de Libre Circulación (Freizügigkeitsbescheinigung), y para conseguir los documentos anteriormente citados necesitas tener una dirección y un contrato de alquiler. Para conseguir el contrato de alquiler necesitas la Chufa, una especie de certificado de tus deudas y solvencia, además de un certificado de ingresos (Einkommensbescheid). Para empezar a trabajar necesitas la Lohnsteuerkarte, registro en la Hacienda alemana, la Sozialversicherungsausweis y la Mitgliedsbescheiningung der Krankenkasse, que certifican que perteneces a una caja del Seguro Social y del Seguro Médico, y una Aufenthaltsbescheiningung gemäB 5 Freizügigkeitesgesetz, algo así como un certificado de residencia. Después de esto puedes ir a registrarte al Consulado. No sirve de mucho, pero ya puestos...
5. Alemania trabaja a la alemana
Alemania trabaja y España también, pero con culturas del trabajo completamente ajenas entre sí. Generalizando, los trabajadores alemanes no usan el teléfono de la empresa para llamadas personales, no utilizan el tiempo de oficina para pedir cita en el dentista o para charlar sobre el programa de televisión de la noche anterior. No hay pausa para comer de más de media hora. No se sale a fumar o a tomar café y muchas grandes empresas estipulan incluso en sus convenios la denominada Pinkelpause, o pausa para hacer pipí, que establece los minutos de duración y la frecuencia con que los empleados pueden ir al baño. Cumplen los horarios, lo que significa que salen de casa considerablemente antes si el pronóstico meteorológico es adverso, llegan sistemáticamente a menos cinco y se están poniendo el abrigo también a menos cinco, para salir por la puerta a la hora exacta, así haya que dejar en suspenso un proyecto de millones de euros. Las horas extra se pagan sin excepción. No hay prisas y no se espera hasta que se haya ido el jefe. Esto requiere una enorme planificación y anticipación. Tendrás que amoldarte.

domingo, 4 de noviembre de 2012

LA BANCA, EL FRAUDE FISCAL Y EL NEW YORK TIMES, articulo de Vicenç Navarro.

LA BANCA, EL FRAUDE FISCAL Y EL NEW YORK TIMES, articulo de Vicenç Navarro.
El New York Times ha ido publicando una serie de artículos sobre Emilio Botín, presentado por tal rotativo como el banquero más influyente de España, y Presidente del Banco de Santander, que tienen inversiones financieras de gran peso en Brasil, en Gran Bretaña y en Estados Unidos,además de en
España. En EE..UU. el Banco de Santander es propietario de Sovereign Bank.

Lo que le interesa al rotativo estadounidense no es, sin embargo, el comportamiento bancario del Santander, sino el de su Presidente y el de su familia, así como su enorme influencia política y mediática en España. Un indicador de esto último es que ninguno de los cinco rotativos más importantes del país ha citado o hecho comentarios sobre esta serie de artículos en el diario más influyente de EE.UU. y uno de los más influyentes del mundo. Una discusión importante de tales artículos es el ocultamiento por parte de Emilio Botín y de su familia de unas cuentas secretas establecidas desde la Guerra Civil en la banca suiza HSBC. Por lo visto, en las cuentas de tal banco había 2.000 millones de euros que nunca se habían declarado a las autoridades tributarias del Estado español. Pero, un empleado de tal banco suizo, despechado por el maltrato recibido por tal banco, decidió publicar los nombres de las personas que depositaban su dinero en dicha banca suiza, sin nunca declararlo en sus propios países. Entre ellos había nada menos que 569 españoles, incluyendo a Emilio Botín y su familia, con grandes nombres de la vida política y empresarial (entre ellos, por cierto, el padre del President de la Generalitat, el Sr. Artur Mas; José María Aznar; Dolores Cospedal; Rodrigo Rato; Narcís Serra; Eduardo Zaplana; Miguel Boyer; José Folgado; Carlos Solchaga; Josep Piqué; Rafael Arias-Salgado; Pío Cabanillas; Isabel Tocino; Jordi Sevilla; Josu Jon Imaz; José María Michavila; Juan Miguel Villar Mir; Anna Birulés; Abel Matutes; Julián García Vargas; Ángel Acebes; Eduardo Serra; Marcelino Oreja...). Según el New York Times, esta práctica es muy común entre las grandes familias, las grandes empresas y la gran banca. El fraude fiscal en estos sectores es enorme. Según la propia Agencia Tributaria española, el 74% del fraude fiscal se centra en estos grupos, con un total de 44.000 millones de euros que el Estado español (incluido el central y los autonómicos) no ingresa. Esta cantidad, por cierto, casi alcanza la cifra del déficit de gasto público social de España respecto la media de la UE-15(66.000 millones de euros), es decir, el gasto que España debería gastarse en su Estado del Bienestar (sanidad, educación, escuelas de infancia, servicios a personas con dependencia, y otros) por el nivel de desarrollo económico que tiene y que no se gasta porque el Estado no recoge tales fondos.

domingo, 28 de octubre de 2012

Paulo Coelho: Joseph Campbell y el arte de vivir


Desde que leí El poder del mito, que es en realidad una larga entrevista realizada por el periodista Bill Moyers, empecé a comprar y a devorar todos los libros escritos por Joseph Campbell (1904-1987). Recuerdo haberme quedado muy impresionado con una de sus respuestas:
-¿A usted siempre le pareció que... estaba siendo guiado por manos que no conseguía ver?-  pregunta Moyers.
-Siempre- responde Campbell. 
Cuando persigues tu sueño, te pones en un camino que fue hecho a tu medida para que puedas desarrollar lo que siempre deseaste hacer. A partir de ahí empiezas a encontrarte con personas que forman parte de este sueño y las puertas se abren.
Aunque estaba fascinado por el autor, sabía muy poco de su vida, hasta que la periodista Ruth de Aquino me ofreció un interesante material sobre él, parte del cual reproduzco a continuación:
«Cuando estudias en una facultad, no haces lo que deseas, sino que procuras aprender lo estrictamente necesario para conseguir el diploma. Y esta no es siempre la mejor opción.
En mi caso conseguí una beca y fui a estudiar a la Universidad de París. Al llegar a Europa, descubrí a James Joyce, a Picasso, a Mondrian toda aquella gente del arte moderno. Después fui a Alemania, empecé a estudiar sánscrito y me aproximé al hinduismo. Inmediatamente después vino Jung; todo se estaba abriendo por todas partes.
Regresé a la universidad y dije: Oigan, no me quiero pasar la vida intentando aprender apenas lo que ustedes me quieren enseñar.
Había cursado todas las asignaturas necesarias para obtener el título; solo me faltaba redactar la maldita tesis. Si no lo hiciera, no me dejarían continuar con mis estudios, de manera que llegó la hora de decir: Váyanse al infierno.
Me mudé al campo y estuve cinco años leyendo. Nunca conseguí mi título de doctor. Durante ese tiempo aprendí a vivir con lo mínimo posible, lo cual me daba libertad, y fue una época maravillosa.
Hace falta valor para hacer lo que deseamos, ya que el resto de las personas tienen siempre un montón de planes para nosotros. Consciente de esto, decidí perseguir mi sueño: no sé cómo conseguí superar esos cinco años, pero estaba convencido de que aún podría sobrevivir otros cinco si fuese necesario.
Recuerdo una ocasión en la que tenía un billete de un dólar en el cajón de la cómoda y yo sabía que, mientras el billete estuviese allí, yo seguiría contando con recursos. Fue estupendo. Mis únicas responsabilidades eran mi propia vida y mis opciones.
En realidad hubo momentos en los que pensé: Caramba, me gustaría que alguien me dijera lo que hay que hacer. Ser libre implica escoger tu propio camino y cada paso puede alterar todo nuestro destino, lo que a veces nos da mucho miedo. Pero hoy, mirando hacia atrás, veo que mis días fueron perfectos: aquello que me hacía falta apareció justamente cuando era necesario. En aquella época, todo lo que necesitaba era leer durante cinco años. Lo conseguí, y eso es fundamental para mí.

Eduardo Punset: ¿Mejor introvertidos o extrovertidos?


Tenemos dos maneras de dividir al personal que nos rodea: los introvertidos y los extrovertidos. Los primeros tienden a mostrarse taciturnos, mientras que los segundos prefieren mezclarse con los demás. Luego veremos las otras maneras de diferenciarse no auspiciadas por los consultores psicológicos.
Hasta ayer mismo había que huir de los introvertidos porque sus disquisiciones no nos conducían a ninguna parte, aunque sin sus contribuciones creativas nunca habríamos sabido lo que era la fuerza de la gravedad, la teoría de la relatividad o habría sido muy difícil escuchar los nocturnos de Chopin. ¿Por qué? Sencillamente porque tanto los científicos Newton y Einstein como el músico Chopin fueron grandes introvertidos.
Casi la mitad de la gente observada pertenece a ese grupo sin ser necesariamente tan sabios. Si tuviéramos que definirlos de alguna manera, se diría que a la hora de la verdad los introvertidos prefieren recluirse para dar cauce en la intimidad a sus hallazgos. La otra mitad, constituida por los extrovertidos, no es que sean menos creativos, pero sus conocimientos arrancan del contraste de pareceres con los demás; hablan continuamente, a veces gritan, les gusta liderar y dirigir al resto. Para ellos, el conocimiento es inútil a menos que se mezcle con la acción.
¿Por qué vale la pena traer a colación esta vieja separación entre las dos maneras de ser en que, con bastante acierto, los psicólogos sociales pioneros dividieron a los humanos antes de estudiarlos? Pues porque los últimos años se están caracterizando por ensalzar el estilo extrovertido en detrimento del otro y en todos los campos: académico, corporativo o educativo; se ha medido incluso el éxito social recurriendo a variables vinculadas de una u otra manera a las famosas redes sociales. 
Es cierto que se han ido produciendo sin que la mayoría de los políticos puedan constatarlo cambios trascendentales en las fotografías y la medición de lo que estaba ocurriendo. Muchas de las decisiones políticas son ahora instantáneas: basta con anunciar públicamente un determinado propósito para que, si se utilizan las redes sociales o no intentan tergiversarlo, se produzca de inmediato. Hasta hace bien poco, la adecuación de la demanda global a las medidas tomadas para modularla variaciones en la tasa de descuento, por ejemplo tardaba meses en materializarse, mientras que ahora los gobernadores de los bancos emisores se ven obligados a estudiar a toda prisa que la adecuación de una a la otra puede ser inmediata.