viernes, 15 de marzo de 2013

La monarquía: Andrew Morton


El hombre que hace dos décadas confesó a Diana de Gales (Diana, su verdadera historia) disecciona ahora a las damas de otra monarquía que vive su particular 'annus horribilis', la española. Andrew Morton acaba de llegar a España para presentar su libro sobre las damas de la familia Borbón ('Ladies of Spain. Sofía, Elena, Cristina y Letizia. Entre el deber y el amor'). Sin perder las exquisitas formas británicas y el sentido del humor tras horas de promoción, el escritor define a sus cuatro regias protagonistas: "Sofía: deber, humor, tristeza; Elena: española, dada al deber y al autocontrol; Cristina: ambiciosa, competitiva, agresiva; Letizia: perfeccionista, controladora, ambiciosa, independiente, locuaz".

A la manera de la prensa británica durante la conversación los protagonistas pierden el "doña", "don" o "infanta" para quedarse con sus simples nombres de pila. El hecho de ser británico le ha permitido escribir sobre la familia real española sin tabúes, asegura. "Eso es exactamente por lo que el editor contactó conmigo en 2012 y me pidió que echara un vistazo a la familia real española. La prensa española estaba demasiado cercana y querían tener un punto de vista objetivo, una perspectiva nueva sobre un tema conocido".
De este modo, en el libro aborda el matrimonio separado de los Reyes -"[Sofía] llevaba una vida independendiente y hacía la vista gorda ante la conducta de su esposo"-, los enlaces por amor de sus hijos y las personalidades de sus plebeyos cónyuges. Del pasado republicano de Doña Letizia y la escasa aceptación que tuvo entre los aristócratas españoles al afán de Iñaki 'suspensitos' por demostrar a su esposa su valía. "Doña Cristina no tenía una muy buena opinión de la capacidad empresarial de Iñaki antes de que entrara a trabajar en Nóos", escribe.
P.- En el libro profundiza en la cara menos conocida de las cuatro damas de la casa real española. De las cuatro, ¿cuál cree que nos va a sorprender más?
R.- Creo que Letizia. He encontrado mucho material interesante sobre ella. La narrativa de su vida es como un arco, más que la de Elena, Cristina y Sofía. Aunque creo que Cristina, con el escándalo económico, está atravesando sus propios problemas, que no van a ser solucionados en el futuro próximo.

lunes, 4 de marzo de 2013

Bendita rutina, Carmen Posadas


En mi vasta incultura, jamás había oído hablar de Konrad Lorenz. Y, sin embargo, este caballero premio Nobel de Medicina está considerado el padre de una muy interesante rama de la ciencia, la etología, que se encarga de estudiar el comportamiento de los animales y todo lo que este revela sobre nosotros, los humanos. En su libro Sobre la agresión, el pretendido mal, Lorenz elabora una brillante teoría que ayuda a entender por qué a veces llegamos a ser tan crueles.

Conocer las razones ocultas para actuar de una u otra manera no solo permite comprender mejor a los demás, sino, mucho más importante aún, desvela claves sobre actuaciones propias que a veces nos sorprenden y otras nos alarman. Más adelante les hablaré de la agresión y sus claves porque vale la pena, pero hoy me gustaría comentar otra parte del libro más amable, más doméstica y a la vez reveladora de cómo son nuestros secretos mecanismos de comportamiento y del papel que juega en nuestras vidas la rutina, la costumbre. En estos tiempos infantiloides y simples que vivimos, la rutina está considerada casi una mala palabra.
La gente lo que quiere es huir de ella, vivir a mil, centrifugarse a tope. Y eso está muy bien siempre que a uno no se le centrifugue también la sesera; cosa que, mirando en derredor, parece que es lo que ocurre, porque van todos de aquí para allá como pollo sin cabeza. Según Lorenz, en cambio, la rutina no solo no es aburrida, cansina o de pringaos, sino muy necesaria, sobre todo en tiempos inciertos como los que vivimos. Más aún, a veces se convierte en el único refugio y en un modo de mantener la cordura.

Mi personaje inolvidable: Paulo Coelho


Yo de niño solía leer una revista a la que mis padres estaban suscritos y que tenía una sección que se llamaba Mi personaje inolvidable, donde personas comunes hablaban de otras personas comunes que habían dejado huella en sus vidas. Por supuesto, a aquella altura de mi vida, con nueve o diez años, yo ya me había topado con un personaje que había ejercido sobre mí una poderosa influencia. Sin embargo, estaba convencido de que con el paso del tiempo este modelo cambiaría, de manera que resolví no enviar nada a la revista (hoy, me pregunto cómo habrían reaccionado en la revista si hubiesen recibido la colaboración de alguien de tan corta edad).
Transcurrieron los años. Conocí a mucha gente interesante, que me ayudó en momentos difíciles, que me inspiró, que me indicó los caminos que había que trillar. No obstante, los grandes mitos de la infancia siempre prevalecieron, mostrándose como los más persistentes; pasan por periodos de desvalorización, de cuestionamientos, de olvido, pero permanecen, resurgiendo cuando sus valores, sus ejemplos y sus actitudes hacen más falta.
Mi personaje inolvidable se llamaba José, y era el hermano menor de mi abuelo. Nunca se casó, fue ingeniero durante muchos años y, cuando se jubiló, decidió vivir en Araruama, una ciudad próxima a Río de Janeiro. A ese lugar iba toda la familia a pasar las vacaciones, con los niños. El tío José era soltero, y su paciencia ante semejante invasión no debía de durarle mucho, pero, por otro lado, este era el único momento en el que podía compartir un poco de su soledad con sus sobrinos nietos. Era también inventor y, para acomodarnos, consiguió construir una casa ¡en la que los cuartos solo aparecían en verano! Se apretaba un botón y del techo bajaban las paredes, de los muros salían las camas y los tocadores, y listo: cuatro dormitorios para alojar a los recién llegados. Cuando terminaba el Carnaval, las paredes subían, los muebles regresaban al interior de los muros, y la casa volvía a ser un gran almacén vacío en el que él solía guardar los materiales de su taller.
Construía coches. Y no solo eso: llegó a crear un vehículo especial para llevar a la familia a la laguna de Araruama una mezcla de jeep y tren sobre ruedas. Íbamos a bañarnos al mar, convivíamos con la naturaleza, jugábamos el día entero, y yo siempre me preguntaba: «Pero ¿por qué vivirá él aquí tan solo? Tiene dinero: ¡podría vivir en Río!». Contaba historias de sus viajes a Estados Unidos, donde había trabajado en minas de carbón y había penetrado en lugares inexplorados. La familia solía decir: «Es todo mentira». Se pasaba el día vestido de mecánico y los parientes comentaban: «Le harían falta mejores ropas». En cuanto la televisión llegó a Brasil, compró un aparato que ponía en la acera, para que la calle entera pudiese ver los programas.

El vino tinto y el té verde son la mejor forma de parar el desarollo del alzhéimer, Miguel Ayuso


Productos químicos naturales que se encuentran en el té verde y el vino tinto podrían interrumpir de forma decisiva el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer, según una nueva investigación de la Universidad de Leeds (Reino Unido), publicada en elJournal of Biological Chemistry.
En un experimento de laboratorio, los investigadores identificaron el proceso que permite a los cúmulos de proteínas perjudiciales adherirse a las células del cerebro, provocando su muerte. Fueron capaces de interrumpir este proceso utilizando extractos purificados de galato de epigalocatequina (EGCG), un potente antioxidante presente en el té verde, y resveratrol, una molécula presente en el vino tinto, con importante efectos terapeúticos.

viernes, 1 de marzo de 2013

Recuperan más de 4.000 piezas arqueológicas expoliadas en Zaragoza


La Guardia Civil ha recuperado más de 4.000 piezas arqueológicas del periodo celtíbero peninsular, dentro de una operación que se ha saldado con la detención de una persona que llevaba más de 15 años expoliando diversos yacimientos de la provincia de Zaragoza y posiblemente de la zona de Castilla y León. 




La operación, denominada 'Helmet', se ha desarrollado en la provincia de Zaragoza y ha permitido la recuperación de joyas y otras piezas propias de los enterramientos de los guerreros de la época celtíbera, según ha informado la Guardia Civil en un comunicado. 





Esta investigación se inició cuando la Fiscalía de Medio Ambiente y Urbanismo, que ha dirigido la operación, tuvo conocimiento de que se iba a realizar una subasta en Alemania de unos cascos que podían haber salido de España de forma ilegal.