domingo, 3 de febrero de 2013

¿Dónde se pide el rescate moral? Lucía Méndez


LOS PROFESORES Robert Skidelsky y Edward Skidelsky en su libro ¿Cuánto essuficiente? Qué se necesita para una buena vida analizan el fenómeno de la insaciabilidad económica, el deseo de dinero y más
dinero que se ha producido en los países ricos en las últimas décadas. «El dinero es laserpiente del jardín del Edén», aseguran y citando a Aristóteles denuncian que «algunos hombres convierten toda cualidad o arte en un medio para conseguir riqueza». Iñaki Urdangarin cayó en la tentación, Luis Bárcenas cayó en la tentación, los hijos de Pujol cayeron en la tentación… Y tantos otros nombres de todos los ámbitosque han acabado contaminando con el veneno del dinero todo lo que tocaron, desde la Monarquía al partido actualmente en el Gobierno. Tal parece que el dinero fuera el combustible que hacía funcionar nuestro sistema político. Se ha acabado el dinero y todo está saltando por los aires. La insaciabilidad de dinero nos ha corrompido. Las noticias sobre el dinero que se repartían unos y otros son ahora como puñaladas en el costado de una ciudadanía castigada y empobrecida.
La gente habla de la corrupción a todas horas, en el descansillo de la escalera, en la cola de la pescadería, en los autobuses, sin conocerse. Empieza alguien y la indignación brota de forma natural. Con espanto, cólera y furia. La indignación alcanza a todas las ideologías. No hay diferencias entre la indignación de los españoles de derechas, de centro o de izquierdas. Pero hubo una época en la que todo lo que estamos conociendo parecía normal. Había mucho dinero. El ansia de riqueza era infinita. La gente ganaba mucho dinero y nadie podía imaginarse que la fiesta fuera a tener un final tan abrupto. Era como si el dinero hubiera anestesiado la moral colectiva. Por eso la corrupción apenas se castigaba en las urnas. El Gobierno de España se enfrenta a una situación diabólica. Nadie sabe cómo se
puede parar la ola del escándalo. Hasta es posible que sea imparable. La mancha de la deshonra ha caído sobre el PP y sus dirigentes no atinan con la fórmula para limpiarla. Hace un año, estalló el sistema financiero español y la UE nos rescató con dinero. Ahora lo que necesitamos es un rescate moral. ¿Dónde hay que pedirlo?

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